La salteña boliviana es más que una empanada: es un arte. Su masa ligeramente dulce encierra un relleno jugoso con carne o pollo, papa, aceitunas y pasas, y el característico caldo espeso que, al hornearse, se transforma en una explosión de sabor.
La marca boliviana Hamacas celebra el Día de la Salteña con una doble conmemoración: rendir homenaje a una de las joyas más queridas de la gastronomía nacional y celebrar 25 años compartiendo sabor, tradición y orgullo boliviano.
Durante 25 años, Hamacas ha sido sinónimo de sabor auténtico y calidad. Su dedicación a la receta tradicional ha logrado consolidarla como una marca referente en la elaboración de salteñas, con una presencia destacada en todo el país, con más de 150 concesionarios solamente en Santa Cruz.
En un lugar icónico como es la Manzana uno en plena plaza principal se festejó en compañía de medios de comunicación y amantes de la salteña, entre risas, premios disfrutando de este alimento emblemático del país.
La salteña tradicional se distingue por su masa ligeramente dulce y un relleno jugoso que puede incluir carne o pollo, papa, aceitunas y pasas. Un rasgo característico es el caldo sólido que, al hornearse, se derrite dentro del relleno, brindando su textura y sabor inconfundible.
Asimismo, cada región del país aporta su toque propio: el nivel de picante o dulzor, el color de la masa y la elección de ingredientes varían según las costumbres locales, reflejando la diversidad cultural y gastronómica de Bolivia.
Esta amplia presencia consolida a Hamacas como una de las principales embajadoras del sabor boliviano, llevando la auténtica salteña a miles de familias en todo el territorio nacional.
